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FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS




Hoy celebramos la festividad de todos los Santos, en la que se recuerda los millones de personas que han llegado al cielo, aunque sean desconocidos para nosotros. Los santos son aquellos que ya han llegado junto a Dios. Algunos han sido canonizados, es decir, han sido propuestos por la Iglesia como ejemplos para la vida cristiana.

La intercesión de los santos significa que ellos, al estar muy unidos a Jesucristo, pueden pedir por nosotros ante ÉL, y atender nuestras necesidades.






La Iglesia primitiva acostumbraba a celebrar el aniversario de la muerte de un mártir en el lugar del martirio. Frecuentemente, los grupos de mártires morían el mismo día, lo cual condujo naturalmente a una celebración común. En la persecución de Diocleciano, el número de mártires llegó a ser tan grande, que no se podía separar un día para asignársela. Pero la Iglesia, creyendo que cada mártir debía ser venerado, señaló un día en común para todos. La primera muestra de ello se remonta a Antioquía en el Domingo antes de Pentecostés.
También se menciona este día en común en un sermón de San Efrén el Sirio en 373. En un principio, sólo los mártires y San Juan Bautista eran honrados por un día especial. Otros santos se fueron asignando gradualmente, y se incrementó cuando el proceso regular de canonización fue establecido; aún, a principios de 411 había en el Calendario caldeo de los cristianos orientales una “Commemoratio Confessorum” para el viernes. En la Iglesia de Occidente, el papa Bonifacio IV, entre el 609 y 610, consagró el Panteón de Roma a la Santísima Virgen y a todos los mártires, dándole un aniversario.
Gregorio III (731-741) consagró una capilla en la Basílica de San Pedro a todos los santos y fijó el aniversario para el 1 de noviembre. Gregorio IV extendió la celebración del 1 de noviembre a toda la Iglesia, a mediados del siglo IX.


Hoy se celebra en España las festividades del Día de Todos los Santos y de la Conmemoración de los Fieles Difuntos, el 1 y el 2 de noviembre respectivamente. Estas fiestas de significación religiosa están rodeadas de costumbres y tradiciones que se practican desde hace siglos. Algunas son comunes a toda España y otras varían por regiones y localidades. 


Visitar las tumbas 

En estas fechas es tradicional asistir a los cementerios para visitar las tumbas de los seres queridos que han fallecido. En muchos casos, incluso se acude con unos días de antelación para arreglarlas, de forma que a principios de noviembre estén en perfecto estado. Los días 1 y 2 se engalanan con flores y se reza por los que ya se han ido. 


Don Juan Tenorio 

En estas fechas los escenarios españoles se llenan con los personajes de la más conocida obra del escritor vallisoletano José Zorrilla: 'Don Juan Tenorio' (1844). En algunos puntos de España, este drama romántico se recrea incluso en los cementerios a altas horas de la noche. 

La obra, junto con 'El burlador de Sevilla y convidado de piedra' (1630), atribuida a Tirso de Molina y en la que se inspira la de Zorrilla, es una de las grandes plasmaciones literarias del mito español del Don Juan. Escrita en verso, el acto final transcurre precisamente en la Noche de Todos los Santos. 

Los dulces de 'Todos los Santos' 

Otra de las más inveteradas costumbres de estas fechas consiste en comer dulces. En concreto, la Fiesta de Todos los Santos ha institucionalizado sus productos típicos: 

-Los buñuelos de viento: masa frita rellena de crema, nata, chocolate, café o chantillí. Forma de bola. La leyenda afirma que cuando te comes un buñuelo de viento se salva un alma del Purgatorio. 

-Los huesos de santo: masa de mazapán con forma de tubos de un dedo de grosor. Después de cocinados con sirope adoptan un color beige. El clásico está relleno de yema de huevo, pero los modernos admiten otros sabores: ciruela, coco, cabello de ángel, mermelada, chocolate, praliné o yogur. 

-Panellets: son un dulce típico de las regiones de Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana e Islas Baleares. Se elaboran con una masa dulce hecha con azúcar, almendra cruda molida, huevo y ralladura de limón. Se recubren con clara de huevo, sobre la que se adhiere una capa de piñones. En la actualidad pueden ser de coco, chocolate, café, membrillo... 

Además, en algunas zonas de España esta fiesta coincide con el magosto o castañada, que se suele celebrar entre el Día de Todos los Santos y San Martín, el 11 de noviembre. Amigos y familiares se reúnen para comer en la calle o en el campo: los productos que no faltan son las castañas asadas al fuego, el vino nuevo, la carne de cerdo y los chorizos. 




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